Ciudadanos, turolenses y forasteros, que habéis venido un año más a celebrar la
inmortalidad del amor.
Un año más rememoramos aquellos hechos que tuvieron lugar en el siglo XIII en que se plasmó la más
maravillosa historia de amor de todos los tiempos, protagonizada por Isabel de
Segura y Diego Marcilla.
Un año más vuelve la imagen de estos dos amantes, para estar entre nosotros como si de hoy se tratara. Para
que todos vivamos su bello y trágico amor que no termina con su muerte, pues
está vivo después de siete siglos.
Un amor en el que media una promesa, fiel a ella, Isabel espera, espera, espera...........
Cinco años, una larga y angustiosa espera y su amante no llega.
“Pasaron los años, los meses
pasaban, dos ojos azules siempre en la distancia............”
Ella, mujer de aquellos
tiempos, obediente a los deseos de su padre, pasado el plazo establecido, cede a
convertirse en esposa del poderoso Señor de Albarracín, Rodrigo de Azagra. Un
matrimonio sin amor, pero de fuerte compromiso.´
Casi todos los aquí presentes conocéis esta historia y si estáis enamorados , o lo habéis estado
alguna vez, podréis imaginar el estado de ánimo de Isabel de Segura, todos sus
sueños desvanecidos, toda su esperanza frustrada. Posiblemente no comprendería
la razón por la que su amante no había vuelto. ¿ Se habría casado en tierras
lejanas? .... ¿ La habría olvidado en el fragor de las batallas?.... Habría
muerto?............... Ninguna noticia, ningún mensajero....¿Qué hacer? ....si
obedecía a su padre no sería feliz, si no le obedecía probablemente tampoco, y
además incurriría en desobediencia paterna, lo cual la marcaría de por vida.
Todos esos pensamientos habrían podido bullir, posiblemente, en el joven y puro pensamiento de Isabel
las vísperas de su boda.
Se despidieron cinco años antes y pese a la distancia, aunque sus manos no se acaricien, el amor cada día
se agranda más entre ellos, ella , en su melancolía, esperando cada día que
Marcilla regrese. Él, luchando día a día en otras tierras y anhelando poder
volver antes de que el plazo establecido termine............. Pero llegó tarde,
pues Dios, que es el dueño de las horas de los hombres se quedó con la suya
entre sus manos.
Marcilla no puede soportar la situación y el beso negado por Isabel a su llegada (ya estaba comprometida
con otro hombre), acaba con la vida de ese corazón maltrecho.
Por su parte Isabel, ante el horror de ver a su amante muerto no puede soportar el dolor. Seguirá a Diego
en su último viaje, le seguirá callada, anhelante hasta el trágico final,
fundiéndose con él en el beso que antes le había negado, una simbiosis de amor y
muerte que ha pasado a la eternidad.
Ciudadanos: Aquí tenéis esta maravillosa historia de amor que cada año , mediante esta conmemoración,
revivimos en nuestros corazones. Entregaros todos a estos festejos y así
tendremos entre nosotros a aquellos dos seres que murieron de amor.
A los que no conocéis mucho estas tierras, no os extrañe que tal amor fuera tan
grande, pues estas tierras rojas de Teruel pueden hacerlo posible, como dice el
poeta Gregorio A
“Teruel, corazón
Roja tierra de amor
palma y laurel”
Tierras rojas de duras
arcillas, pero que ablandadas con el agua, aquellos alarifes modelaron con sus
manos y nos dejaron estas torres de ensueño. Dos torres casi gemelas, las de San
Martín y El Salvador. ¿Serán a caso las dos almas gemelas de Isabel y Diego?. Yo
os digo que he escuchado diálogos de amor entre ellas, que con sus reflejos de
cerámicas se hacen guiños en los atardeceres de este Teruel romántico.
Dos torres que forman un triángulo amoroso con la de san Pedro. Esta, humilde, no dice nada, aún está
consternada, pues a sus pies contempló todo el drama: Vio llegar el cortejo
fúnebre de Diego, vio cómo Isabel se acercaba al cadáver de su amante y se
entregaba también a la muerte y cómo fueron enterrados allí mismo los dos,
terminando así esta grandiosa historia.
Turolenses y visitantes, nos disponemos a celebrar una espléndida representación teatral de aquella boda de
Isabel con Azagra, reproduciendo, en lo posible los grandes festejos que
tuvieron lugar. Correrá a cargo de magníficos actores y actrices turolenses,
pero en la que participa toda la ciudadanía, con su humor, su coraje y su buen
hacer. Disfrutemos todos como si de aquel lejano día se tratase y cuando os
hayáis marchado recordad aquella copla que dice:
“En Teruel está la fuente
en donde nace el querer
y allí van los teruelanos
desde chicos a beber”
Luis Górriz Aguilar 2005
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