En 2019 Las Bodas de Isabel de Segura se ha convertido en una fiesta más accesible.
La organización puso en marcha por primera vez una serie de medidas para que puedan disfrutar
de la misma personas con movilidad reducida, o con dificultades de compresión.
Para ello, se crearon espacios reservados a quienes van en silla de ruedas,
precisan muletas o portan carritos de bebé en las escenas más significativas de la fiesta,
que se desarrollan en la plaza del Torico, Catedral, plaza del Seminario o el torneo de la plaza de toros.
Asimismo se elaboraron una serie de pictogramas explicativos para su difusión en las pantallas gigantes,
internet y manuales, con el objetivo de acercar Las Bodas a personas con problemas de comprensión o de idioma.
En 100.000 se calcula la asistencia de visitantes a la fiesta de febrero,
que supone un impacto económico superior a los 12 millones de euros.
Cada vez tiene mayor peso la presencia de extranjeros; no en vano la presidenta de la Fundación Bodas de Isabel,
Raquel Esteban Martín, lo es también de la Confederación Europea de Fiestas y Manifestaciones Históricas.
Llamó poderosamente la atención un grupo de portugueses de Avis, encabezados por el presidente de la
Federación de aquel país, formación hermanada con los Calatravos de Teruel.
Y que repitió una representación de norteamericanos, distribuidos entre algunas jaimas, encantado de la experiencia del año pasado.
Junto a la mayor y novedosa accesibilidad, otra peculiaridad de la edición 2019 fue un viernes no laborable.
Como en Teruel una de sus dos fiestas locales es el martes de Pascua, “Sermón de las tortillas”, y caía en 23 de abril,
San Jorge, patrón de Aragón, el Ayuntamiento decidió sustituirla por el vienes de Las Bodas de Isabel.
Ello permitió que montaje de jaimas y mercadillo se hiciese con mayor tranquilidad sin los problemas y aglomeraciones de veces anteriores.
En cuanto a la escenificación de la leyenda de “Los Amantes de Teruel”, lugareños y visitantes conocieron
una boda entre Isabel y Pedro de Azagra repleta de incidentes. Y se recuperó la figura de Alonso de Fuenmayor,
novio de Clara Muñoz, protagonistas de una historia paralela, por cuando Alonso iba a la guerra con Diego de Marcilla pero no volvía.
Y este año lo hizo.
Como curiosidad, el actor de hizo de Diego, José Miguel Talavera -acompañado de María Asensio en el papel de Isabel- que residía en Vall de Uxo,
se desplazó a Teruel durante los ensayos… para instalarse después en esta ciudad.
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Sello de Excelencia Turística paraLas Bodas de Isabel de Segura |
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