En su edición de 2012,
Las Bodas de Isabel no fueron un evento aislado, una
simple cita anual del mes de febrero, sino la
continuidad de La Partida de Diego, que por primera
vez se había festejado unos meses antes (cinco años,
en la ficción). Es decir, fue la segunda parte de
una celebración; el pueblo de Teruel había despedido
al amante y a otros caballeros que partían a la
guerra en busca de fortuna, tras recibir el homenaje
de sus conciudadanos, jurar lealtad al Rey, y ser
favorecidos con préstamos y avales de la familia
Najarín para disponer de caballos, amas,
armaduras... Tras conmemorar la partida,
perfectamente Las Bodas de Isabel podían haberse
llamado "El regreso de Diego".
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Isabel y diego 2012
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El resultado, una vez más, fue un éxito artístico y de participación.
La crisis económica, que ya afectó a la organización el
año anterior, se suplió con nuevos patrocinios y más
colaboraciones; la necesaria publicidad comercial se
integró a la perfección en los escenarios, con
iniciativas tan espectaculares como la de cerveza
Ámbar y su Abadía, la de San Arnoldo. Monjes
caracterizados al estilo medieval, el viejo carro
con sus barriles cerveceros tirado por poderosos
percherones, el reparto de doblones que daban
derecho a disfrutar del dorado líquido, fue una gran
idea. Y si la empresa aragonesa aportó hasta una
cerveza específica para este evento, también fue
presentado un nuevo pan, el de Pintera, que fue
aportación de la Asociación de Panaderos de Teruel.
En la edición número
16, hubo un principio y un fin. Comenzó en 2011-2012
el ciclo de la doble fiesta, partida y regreso de
Diego de Marcilla. Y culminó el de pregoneros de las
tres culturas que convivían en el Teruel del siglo
XII: al representante judío (Abraham Haim, Israel,
en 2010) siguió la musulmana (Raja Bahri Yasine,
Túnez, en 2011), y concluyó en nombre del mundo
cristiano, el escritor zaragozano José Luis Corral.
Como una fiesta viva
que son Las Bodas, no faltaron nuevas escenas,
dirigidas por Alfonso Pablo y con mucha
participación por la activa presencia de varios
grupos. Una sobre cómo surgió el arte mudéjar, hoy
Patrimonio de la Humanidad, Otra fue una lucha
gastronómica entre las tres citadas culturas con una
conclusión: al contrario que el cerdo, es el cordero
el que hermana a las tres civilizaciones, el
alimento ideal para todos. Concretamente el Ternasco
de Aragón, gracias al patrocino de Grupo Pastores-Oviaragón.
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Pero el
grueso de la celebración fue según el guión
ya conocido, aceptado y esperado. El torneo
que desde que se inició financia
Hipermercados Simply, es ineludible para los
aficionados a participar o ver este
espectáculo tan especial; formar parte del
mercadillo es la ilusión de muchos artesanos
y vendedores. Calles y plazuelas siguen
viendo desfilar espectáculo tras
espectáculo, actuación tras actuación;
algunas sencillas, otras complejas y de
larga preparación. Siempre gracias a la
impagable implicación de los grupos de la
Federación y la propia ciudadanía, que roban
horas al ocio y al sueño para que Las Bodas
sean una fiesta de referencia. Como siempre,
con el fiel mecenazgo del Ayuntamiento de la
ciudad, el Gobierno de Aragón, Caja Rural de
Teruel y CEOE-Teruel.
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