Hace un a�o, tal d�a como hoy y en este mismo lugar, Luis, caballero templario, estaba entre nosotros… Luis Mu�oz… un gran tipo y mejor persona. Solo han pasado unos meses desde que Luis, el querido "chispas", una vez cumplido su destino, se march� para no volver jam�s… en silencio… como queriendo no molestar… con la grandeza de los humildes. M�s su impronta… su huella indeleble permanece entre todos los que tuvimos la suerte de su amistad.

  Su capa y su pellote han quedado vacios, tristes, callados… tr�mulos y �vidos del contacto de su cuerpo,… flotando desangelados a la espera de otro ser que las d� forma de nuevo.

  Pero… �no estemos tristes!… Porque hoy, aqu� y ahora Luis vuelve a estar con nosotros. No podemos verlo, pues nuestra mirada mortal, mezquina y raqu�tica es incapaz de ver el alma, la esencia de las cosas… M�s…por un momento… parad… callad… cerrad los ojos… pensad, sentid y… �sonreid!… Ah� est� Luis… Ahora si podemos verlo… Como se rie de nosotros, pobres seres atribulados… Miradlo, mirad como nos contempla desde la m�s alta cima, desde el infinito, con la paternal serenidad de los elegidos que por f�n han alcanzado la paz.