En la Villa de Teruel, siendo el a�o del Se�or de mil doscientos y
diecisiete...
Las familias que
acompa�aron a Alfonso II, apodado "el Casto" en la toma del lugar en 1171,
est�n plenamente asentadas: Azagras, Marcillas, Mu�oces y Seguras consolidan
sus haciendas y afianzan su poder.
La Villa dispone de
Fuero propio, el Concejo es pr�cticamente aut�nomo y las nueve parroquias
aglutinan una importante poblaci�n de frontera en que los gremios, ordenes
militares y funcionariado concejil trabajan haciendo crecer su influencia y
formando la linea de avance en la reconquista de los territorios moros.
El joven Juan Diego de Marcilla, segundo hijo de la familia, hab�a
marchado a buscar la dote necesaria para ganar a su enamorada Isabel como
esposa.
El plazo dado al
valiente joven para cumplir su promesa (cinco a�os) se cumplir� el s�bado.
Hace tiempo que ni la familia, ni la emamorada Isabel tiene noticias de �l.
Mientras tanto, Jaime
I, rey de Arag�n, recien coronado y con 9 a�os de edad, dibuja su reino para
pedir vasallaje a sus gentes. Tras recorrer tierras Oscenses y Zaragozanas,
se dirige hacia Teruel, donde le espera su Tenente: el Se�or de Albarrac�n.
Conocer� a otros caballeros importantes, muchos de los cuales le acompa�ar�n
durante gran parte de su vida, enlaz�ndose entre la historia y la leyenda de
la m�s hermosa historia de amor jam�s contada.
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